mayo 27, 2009

Granadas


Disfruté pintando esta acuarela, no solo por el bellísimo fruto que esconde rubíes, también por el experimento que supuso mezclar los colores y que ellos solos hicieran el trabajo de fundirse a su antojo. Y es que la acuarela tiene su propia autonomía.


mayo 21, 2009

Ofrendas y Banderas de Oración





En las entradas anteriores he puesto una serie de olivos pintados en fechas distintas de dos años para acá. La última, la del llamador-lagartija es la más reciente. Creo que he empezado la casa por el tejado, o tal vez esté amueblándola de una forma un tanto irregular y desordenada, porque las acuarelas que pongo hoy son de mis primeros coqueteos con el agua y el pigmento, en el 2006. Y es que les tengo tanto cariño que no renuncio a que ocupen un lugar especial en esta casa.

mayo 15, 2009

LLamador


Como parte de un proyecto de Hispacuarela cuyo tema son imágenes y paisajes de Hispanoamérica, he elegido este original llamador de una puerta de Islas de Rosario en Colombia que amablemente ha cedido Nuria, una compañera de este foro. A ella le parece como sacado de una novela de García Marquez y yo por asociación lo imaginé en Macondo, lugar mítico donde ubica su novela "cien años de soledad"... ¿será?

mayo 13, 2009

OLIVOS II


De niña, los únicos olivos que había visto eran las ramas que se llevaban a bendecir el Domingo de Ramos. Actualmente se ven algunos de estos árboles adornando glorietas y jardines, pero no en aquellos tiempos de infancia urbanita donde las salidas al campo se producían por los alrededores, la Casa de Campo o la sierra donde se veían pinos y encinas, pero nunca olivos. La impresión que me produjo descrubrirlos algunos años más tarde durante un viaje a Andalucía, me caló profundamente y para siempre, montañas y campos tachonados de puntos verdes que se extendían al infinito, un árbol tan característico de nuestra cultura, cargado de simbolismos y de historia, pero sobre todo tan bello. Estas acuarelas son mi humilde homenaje al árbol de Minerva.

OLIVOS I


Para esta entrada he copiado un poema de Angel María Garibay, espero que os guste.


Tengo una deuda con tu fruto, olivo,
olivo de la paz y la victoria;
quemé el placer y olvidé la gloria
y al olor de tus ungüentos vivo.
Tuya es la unción con que poder recibo,
tuyo el germen que guarda mi memoria:
al llegar a la vida transitoria, o al partir,
unjo al hombre fugitivo.
Hojas, espadas que besó la luna,
copa florida, que a la abeja mieles das
y al doliente, trepidante abrigo
Amo la suavidad de tu aceituna
más que palmas, y mirtos y laureles,
árbol de Palas y de Cristo amigo